lunes, 25 de febrero de 2013

Antes de despertar debes conocer la libertad.

Cuando te sientas a contar tus respiraciones, una de las primeras cuestiones que te hacen reflexionar es la referida a si la respiración es una acción provocada o por el contrario es natural. Me explico. Por un lado, la respiración aparece de forma espontánea a cada momento, por necesidad de los pulmones de coger aire, pero también es provocada por nosotros, también podemos "mandar" sobre ella a nuestro antojo, siempre que no decidamos "no respirar", con lo que automáticamente el cuerpo toma el control de la situación y nos aparta ( a nuestro yo) a un lado. Pero entender que nuestro cuerpo, el acto de respirar y "yo" es la misma cosa que sucede es lo que nos evidencia que sólo clasificamos mentalmente y que dicha clasificación y la realidad no tienen nada que ver.
                      
                                 

Y a continuación nos damos cuenta de otro importante dato, no somos libres. Y no lo somos por que siempre tenemos una serie de "recursos" para seguir encadenados a algo, como las comidas compulsivas, el alcohol bebido con "ligereza", el tabaquismo o incluso la ingesta de uñas de forma totalmente enajenada, como si quisiéramos "auto-mutilarnos" por algún tipo de auto venganza febril.
Y conste que creo en el hedonismo bien entendido, no es una cuestión de "reglas divinas" las que quiero remarcar aquí, ni mucho menos. El hedonismo es una realidad universal, por que todos queremos sentir placer.
Cuando paseamos por el campo oliendo la naturaleza, o degustamos un exquisito postre, escuchamos el sonido del mar... No vamos a tener la hipocresía de aquél obispo que engalanado de finas telas habla sobre el hambre en el mundo y de cómo "los humildes" debemos ayudar...
No, no vamos a hacer eso. Somos hedonistas, pero tal como Siddarta el Buda histórico comió y bebió, se lavó y reinventó la forma del despertar de la mente, como el "camino medio", debemos diferenciar entre el placer de "ejercitar nuestros sentidos", sabiendo que son sólo una parte de nuestra existencia y es ilusorio e inpermanente, y los círculos viciosos que nos llevan a ser esclavos de nuestra propia existencia, causándonos siempre una gran frustración.


He de confesar que mi apego por el tabaco hace ya tres años y medio que dejó de "ser". También he de decir que siguiendo la misma táctica he logrado durante varias semanas ( no se cuanto durará) dejar de morderme las uñas, algo que llevo haciendo desde que tengo uso de razón. Y mi gran ansiedad por la comida es algo que abordaré más adelante con la misma técnica, por que no ser esclavo de nada es lo que siento. Espontáneamente surge el ánimo de ser libre y poder caminar por ese "camino medio".
Así qué, cómo antaño escribí, me gustaría transmitiros mi experiencia directa y por eso, navegante, estáte atento a mis próximas entradas, en forma de guía para.... Dejar de fumar.
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2 comentarios:

  1. Tras varios intentos, dejé de fumar cuando honradamente me pregunté si realmente quería hacerlo,tomé conciencia del tema, dejé de justificarme y hasta hoy. De eso hace ya algunos años.

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  2. Lo conseguiste, Sol. Mi enhorabuena. Gracias.

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