Es curioso como de chaval, siendo un estudiante muy disperso, se quedaron grabadas en mi cerebro ciertas "curiosidades" que nos comentaba uno o dos profesores que en aquel entonces lidiaban con nosotros. Una de esas curiosidades fue la "lección" que nos impartió uno de los "profes" sobre cómo las cosas a veces no eran lo que parecían, sobretodo en ciencia.
Resulta que cuando vemos algo de algún color determinado, por ejemplo el rojo, ese objeto tiene la propiedad de absorber todos los colores menos el rojo, que expulsa hacia nuestros órganos sensitivos de la vista. Por eso lo vemos rojo.
O sea, que ese presunto objeto rojo, contiene toda la gama de colores, que juntos darían como resultado el blanco (la luz del sol, mas bien), menos el color primario rojo, que queda excluido de la ecuación, con lo cual al rebotar viene directamente hacia nosotros, y por eso lo vemos rojo.
Y sólo puede suceder esto, tomando como base la luz blanca o del sol. Si el sol fuera de otro color, la combinación cambiaría completamente, tal como vemos los colores en una habitación de un fotógrafo (analógico) cuya bombilla roja, hace que el color rojo que podríamos ver a consecuencia de un objeto expulsando tal color, fuera blanco.
Curioso, por que a pesar de ser así, es un blanco extraño, como que nuestros ojos hubieran sido diseñados para vivir bajo la luz solar únicamente.
Bueno, en efecto así es. Aunque yo no lo llamaría diseño...
Pero esa no es la cuestión, sino que bajo toda esta perspectiva, entonces entiendo que una cosa blanca contenga "ningún color", pues los desecha todos y por eso las cosas blancas son más frías. La luz blanca del sol, que contiene todos los colores, rebota. Y por ende, un objeto negro no desprende ningún color, se los queda todos. Y el símil me encanta, pues resulta que la oscuridad que se nos presenta ante nosotros, el objeto mas negro y misterioso, más vacío, resulta que contiene TODO...
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jueves, 31 de enero de 2013
miércoles, 30 de enero de 2013
De cómo las palabras que solemos leer y no entendemos, aquí las explico.
He querido escribir aquí un glosario de forma muy personal de palabras que si bien no tienen una traducción literal y a veces su significado es complicado, voy a intentar explicar de forma que no se alejen excesivamente de "lo que es".
Nirvana: Expirar, exalar, algo así como apagar una vela de un soplido. Es la máxima culminación de un Budista, el máximo exponente de la iluminación suprema. En el Budismo más litúrgico, cuando el Buda alcanza el Nirvana, deja de reencarnarse para disolverse en el universo. (al contrario de lo que podais pensar, en el Budismo, la reencarnación no es muy bien recibida)
Samsára: Es la rueda de nacimientos y muertes. Tiene dos posibles significados. En la tradición mas conservadora, es el círculo vicioso que da vueltas y obliga a los seres sensibles a reencarnarse una y otra vez hasta que alcancen el Nirvana. En la tradición Zen, es el circulo vicioso que da la mente y que da "vida y muerte" a cada momento, en el aquí y ahora. A veces iluminación, a veces ilusión... esa es la rueda del Samsára.
Maya: El mundo de las ilusiones y apegos. Donde nos encontramos ahora, dando vueltas la mente e imbuidos de los pensamientos. Maya es Matrix.
Satori: Súbito despertar de la mente, donde uno se da cuenta de lo "que realmente no es" y deja de clasificar, definir y medir. No es definitivo, hay escalas donde se adquiere más nivel de consciencia o de repente, volvemos al mundo de Maya. (y personalmente pienso que a veces no aparece de forma súbita)
Sunyata: Es el Vacío, la vacuidad, cuando ya no hay representaciones verbales ni clasificatorias no hay nada. Lo alcanzamos cuando realizamos meditación, al dejar que la mente se "detenga". Entre un átomo y otro, que hay? Qué es lo que separa una forma de otra, un cuántum de otro? Qué es lo que hay entre una idea y otra? Qué hay entre nuestros dos ojos y un poco hacia atrás, de donde creemos, salen nuestras ideas y consciencia?
Namasté: Saludo Hindú y mucho más que un saludo. Empatía, adoración, respeto y postración humilde. La posición de las manos es tocando palmas y las puntas arriba.
Gasshô: Al igual que Namasté, siendo la misma postura. Saludo Japonés, de una traducción muy parecida. Sutilmente, definiría que Gasshô tiene un enfoque. Es un comienzo para algo. Se utiliza antes de meditar, como para asegurar mentalmente que vamos a hacer tal o cual cosa. También se utiliza mucho en Reiki.
Vipassana: La técnica meditativa de Gautama, el Buda. También se alude a la posición mental y física del individuo meditador.
Postura del loto y medio loto: Postura sedente por la cual meditamos. Las rodillas deberían estar sujetas al suelo y un pié sobre la otra pierna. En Loto completo, son los dos pies los que están sobre las piernas.
Mantra: Repetición de una palabra o frase, que puede tener un significado o no, que por vibración ayuda al estado meditativo. El Mantra más famoso es OM.
Sutra: Conjunto de oraciones o escritos en general. Pueden ser palabras del Buda o de otros maestros ancestrales.
Om: Mantra. Se alude a OM como el sonido del silencio, del universo en movimiento. El sonido del Tao.
Om mani padme hum: Es el típico mantra, y es universal. La joya en el Loto. Una joya tiene facetas, que son relejo del mundo y a su vez se relfleja en él. Y el loto representa el interior, lo que somos. Así que se podría decir que la joya en el loto, es "todas las representaciones, representadas a si mismas, en si mismas".
Reiki: Técnica Japonesa, basada en el Zen, donde se imponen las manos normalmente. Controla y canaliza las energías que van y viene dentro y fuera nuestro. Se puede aplicar reiki a un objeto, cuerpo o suceso, ya que todo es energético.
Chakras: Símbolos de canalización energética que se ubican en nuestro cuerpo. Se asocia a conductas mentales y también a órganos de nuestro cuerpo. Se ensucian y bloquean dependiendo de nuestras acciones mentales.
Mala: Rosario tibetano de 108 cuentas. Se usa para contar respiraciones, aunque puedes usarlo como colgante. Hay todo tipo de Malas, a cual más bonito.
Bardo: Lugar intermedio (es un lugar o un espacio mental?) donde se sitúan los moribundos, 49 días a la espera de su próxima reencarnación. Tienen que saber cuando la luz aparece, para buscarla. Un lama se encarga de decírselo al moribundo al oído. Budismo Tibetano en estado puro.
Dharma: Las cuatro nobles verdades y el óctuple sendero para superar Dukkha.
Dukkha: A pesar de que muchos budistan lo traducen como "sufrimiento", me parece más correcto llamarlo "frustración".
Mudra: Posición de manos para la meditación. Hay muchos tipos de Mudra, según el tipo de meditación y la escuela.
Wu Wei: Quizás la palabra más dificil de explicar y de entender. "No acción" sería su traducción literal. Pero va mucho más allá. A veces, dejar que las cosas sucedan por si mismas es Wu Wei. A veces, la acción pura sin intención, de forma espontánea y natural, es Wu Wei.
Por favor, insto a los lectores navegantes que comenten sus propias interpretaciones de éstas u otras palabras. O que añadan más, mejorando esta entrada. Gracias.
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Nirvana: Expirar, exalar, algo así como apagar una vela de un soplido. Es la máxima culminación de un Budista, el máximo exponente de la iluminación suprema. En el Budismo más litúrgico, cuando el Buda alcanza el Nirvana, deja de reencarnarse para disolverse en el universo. (al contrario de lo que podais pensar, en el Budismo, la reencarnación no es muy bien recibida)
Samsára: Es la rueda de nacimientos y muertes. Tiene dos posibles significados. En la tradición mas conservadora, es el círculo vicioso que da vueltas y obliga a los seres sensibles a reencarnarse una y otra vez hasta que alcancen el Nirvana. En la tradición Zen, es el circulo vicioso que da la mente y que da "vida y muerte" a cada momento, en el aquí y ahora. A veces iluminación, a veces ilusión... esa es la rueda del Samsára.
Maya: El mundo de las ilusiones y apegos. Donde nos encontramos ahora, dando vueltas la mente e imbuidos de los pensamientos. Maya es Matrix.
Satori: Súbito despertar de la mente, donde uno se da cuenta de lo "que realmente no es" y deja de clasificar, definir y medir. No es definitivo, hay escalas donde se adquiere más nivel de consciencia o de repente, volvemos al mundo de Maya. (y personalmente pienso que a veces no aparece de forma súbita)
Sunyata: Es el Vacío, la vacuidad, cuando ya no hay representaciones verbales ni clasificatorias no hay nada. Lo alcanzamos cuando realizamos meditación, al dejar que la mente se "detenga". Entre un átomo y otro, que hay? Qué es lo que separa una forma de otra, un cuántum de otro? Qué es lo que hay entre una idea y otra? Qué hay entre nuestros dos ojos y un poco hacia atrás, de donde creemos, salen nuestras ideas y consciencia?
Namasté: Saludo Hindú y mucho más que un saludo. Empatía, adoración, respeto y postración humilde. La posición de las manos es tocando palmas y las puntas arriba.
Gasshô: Al igual que Namasté, siendo la misma postura. Saludo Japonés, de una traducción muy parecida. Sutilmente, definiría que Gasshô tiene un enfoque. Es un comienzo para algo. Se utiliza antes de meditar, como para asegurar mentalmente que vamos a hacer tal o cual cosa. También se utiliza mucho en Reiki.
Vipassana: La técnica meditativa de Gautama, el Buda. También se alude a la posición mental y física del individuo meditador.
Postura del loto y medio loto: Postura sedente por la cual meditamos. Las rodillas deberían estar sujetas al suelo y un pié sobre la otra pierna. En Loto completo, son los dos pies los que están sobre las piernas.
Mantra: Repetición de una palabra o frase, que puede tener un significado o no, que por vibración ayuda al estado meditativo. El Mantra más famoso es OM.
Sutra: Conjunto de oraciones o escritos en general. Pueden ser palabras del Buda o de otros maestros ancestrales.
Om: Mantra. Se alude a OM como el sonido del silencio, del universo en movimiento. El sonido del Tao.
Om mani padme hum: Es el típico mantra, y es universal. La joya en el Loto. Una joya tiene facetas, que son relejo del mundo y a su vez se relfleja en él. Y el loto representa el interior, lo que somos. Así que se podría decir que la joya en el loto, es "todas las representaciones, representadas a si mismas, en si mismas".
Reiki: Técnica Japonesa, basada en el Zen, donde se imponen las manos normalmente. Controla y canaliza las energías que van y viene dentro y fuera nuestro. Se puede aplicar reiki a un objeto, cuerpo o suceso, ya que todo es energético.
Chakras: Símbolos de canalización energética que se ubican en nuestro cuerpo. Se asocia a conductas mentales y también a órganos de nuestro cuerpo. Se ensucian y bloquean dependiendo de nuestras acciones mentales.
Mala: Rosario tibetano de 108 cuentas. Se usa para contar respiraciones, aunque puedes usarlo como colgante. Hay todo tipo de Malas, a cual más bonito.
Bardo: Lugar intermedio (es un lugar o un espacio mental?) donde se sitúan los moribundos, 49 días a la espera de su próxima reencarnación. Tienen que saber cuando la luz aparece, para buscarla. Un lama se encarga de decírselo al moribundo al oído. Budismo Tibetano en estado puro.
Dharma: Las cuatro nobles verdades y el óctuple sendero para superar Dukkha.
Dukkha: A pesar de que muchos budistan lo traducen como "sufrimiento", me parece más correcto llamarlo "frustración".
Mudra: Posición de manos para la meditación. Hay muchos tipos de Mudra, según el tipo de meditación y la escuela.
Wu Wei: Quizás la palabra más dificil de explicar y de entender. "No acción" sería su traducción literal. Pero va mucho más allá. A veces, dejar que las cosas sucedan por si mismas es Wu Wei. A veces, la acción pura sin intención, de forma espontánea y natural, es Wu Wei.
Por favor, insto a los lectores navegantes que comenten sus propias interpretaciones de éstas u otras palabras. O que añadan más, mejorando esta entrada. Gracias.
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martes, 29 de enero de 2013
De cómo la consciencia tiene mil caras y sólo tenemos acceso a una por vez.
Me imagino que estas preguntas sólo nos las hacemos los que estamos "payá", pero seguro que algunos de vosotros, buscadores, os habéis hecho muchas preguntas de todo tipo.
Una de las cosas de este mundo o de esta existencia, que me dejan pasmado, es la CONSCIENCIA, la idea de "centro" de todo lo que sucede. Y de igual modo, cada uno de vosotros sois vuestro propio "centro" y si voy más allá, cada uno de los animales son también su "centro", aunque no tengan el mismo sistema cognitivo.
Su consciencia, aunque no sea la del "yo" propiamente dicha, debe ser algo parecido a la nuestra pero con sus "sentidos". La diferencia fundamental entre un animal y yo (digo diferencia y no parecido, jejeje...) es que sus sentidos está más desarrollados que el mio y que yo tengo esa "semilla" que me hace preguntarme cosas. Un animal no tiene ese problema, o esa virtud, según como se mire.
Pero, ¿qué diferencia real, en cuanto a consciencia, determinaría un animal de cualquier otro ser? NINGUNA. El mosquito es el actor principal en su universo, y todos los demás somos "los secundarios". Del mismo modo, una planta, con otros "sentidos" muy diferentes a los de un animal, será en si misma su única "principalidad" y el resto de cosas, imposible de poder definirlas por nosotros, serán las "cosas secundarias".
Y quiero ir un poco más allá, y decir que a mi me parece que una piedra también tendrá una consciencia, por que aquí no nos estamos basando en "la capacidad cerebral" para definir qué es o no es una consciencia, sino en la capacidad "cuántica". Si, amigos. A mi entender, todo lo que ocurre en este mundo es un conjunto de "danzas cuánticas" y no hay más diferencia entre un oleaje de fuego de esos que el sol crea, al vaso de leche que me estoy tomando. Simplemente "danzas atómicas" que bailan a ritmos diferentes y lo definimos así por que nuestro intelecto no ha podido "partir más las ideas". Y si todo es así, podemos llegar a la conclusión de que cualquier acontecer, cualquier cosa que suceda es una "danza" que, podamos o no descifrar, hace que todo este escenario "sea".
Así que desde que empaticé con la idea de que cualquier cosa-suceso tiene un nivel de consciencia, lo capte mi intelectualidad o no, a las moscas las invito amablemente a salir de mi casa, y no las mato. Por que el simple hecho de pensar que hoy puedo acabar con una consciencia, con "el protagonista de una peli", me horroriza.
Pero también soy consciente, de que cuando salgo a la calle, acabo con muchas consciencias , pisando sin darme cuenta, a cada paso, hormigillas o símplemente pequeños animalillos invisibles que circulan por ahí.
Así pues, acabo de definir que una consciencia es un centro, relativamente aislado del resto... Pero, realmente es así, o sólo lo aislamos "los que pensamos"??
Es posible que una piedra, su danza cuántica o vibración sea una consciencia muy, muy sutil, por no tener órganos que den "realidad" tal como nosotros podemos conocerla, pero quizás esa piedra no funciona de forma separada al resto. Igualmente, el mosquito, pese a ser un "centro de consciencia", no tenga capacidad de separar su "especie de yo" del resto de aconteceres o consciencias.
Y divagando como lo hago, es posible que sólo y únicamente nosotros, los seres humanos pensantes, fabriquemos la idea (ya que podemos hacerlo) de que nuestro "centro" está aislado del resto de "centros de consciencia" sean personas, animales o cosas (o sucesos). Así, cuando sucede algo que captamos con nuestros órganos, pensamos "que nos sucede" y no que sucede por que si. Creamos "una víctima", nosotros, la diana de todas las flechas, la pared de todos los impáctos.
Las cosas "nos suceden"... y a todo esto, desde la filosofía oriental, se le ha llamado "DUALIZAR".
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lunes, 28 de enero de 2013
De cómo meditar para no obtener absolutamente nada.
Una vez hemos descubierto que este tipo de filosofías o religiones o como queramos llamarlo, nos han absorvido o nos han hecho "despertar" lo que quiera que fuera, debemos de poner lo pies en el suelo y en vez de empezar como locos a poner cartelitos en el FaceBook aludiendo a nuestro descubrimiento, hay que empezar con la práctica que es en definitiva lo esencial, lo único que nos sacará de nuestra intelectualidad por unos momentos, para entrar a la nada, al vacío más absoluto y pacificador.
Como ya escribí anteriormente, hay muchos modos de meditación o de "Yoga". Hoy vamos a tratar el más simple de ellos, la meditación para iniciarse en esta práctica sin dolores ni rechazos.
Nos sentaremos en una silla, con el trasero bien atrás y la espalda recta. Las manos deben dejarse caer sobre las piernas como si pesaran, muy relajadas, con las palmas hacia abajo.Los hombros igualmente deben caer por su propio peso. El mentón debe recogerse y la nuca debe apuntar hacia arriba, de esta manera lo que haremos será relajar todo nuestro cuerpo pero la columna debe estar, sin llegar a tensarse en exceso, recta como un palo. No cruzaremos nada, ni las piernas ni los brazos. Debemos pasar unos minutos en primer lugar, respirando hondo y despacio, inspirando por la nariz y espirando por la boca. Mientras, intentaremos repasar todos las partes de nuestro cuerpo para que estén pesadas y muy relajadas.
Cuando ya estemos preparados, comenzaremos la práctica respirando por la nariz de forma silenciosa y muy sutil. Dicha respiración es la protagonista, así que no forzaremos nada en ella. Nos vamos a dar cuenta enseguida que la diferencia entre respirar solo y hacer el acto de respirar, es muy sutil. Dejemos a la respiración fluir sin interferir en ella, o por lo menos todo lo que sea posible.
Con cada inspiración contaremos mentalmente "y" y con cada espiración "1" y así hasta 4. El "y" como ya habréis averiguado, es para no dejar ningún espacio entre un numero y otro, para que la mente no "deambule". Cuando lleguéis a cuatro volvéis a empezar con el "1". En pocos segundos os habréis puesto a pensar en algo que no es la tarea que se os presenta. Es normal. La mente no está acostumbrada a ser doblegada, así que creará múltiples "ilusiones" para que paréis en el empeño de contar y nada más. Os picará un brazo, o la cabeza, obligando a parar para rascarse. Si obviamos esto y no paramos, aunque nos pique mucho y seguimos empeñados en la cuenta de respiraciones, los picores cesarán. Por supuesto las ideas seguirán surgiendo una tras otra. Hay que dejarlas pasar, no imbuirse en ellas, nosotros a la nuestra, contando y contando. No por que aparezcan muchas ideas lo estamos haciendo mal, ni mucho menos. La práctica hará que poco a poco os resulte más fácil dominar la mente.
Podéis empezar con diez minutos (eternos) y seguir poco a poco, día a día y sin prisas a los cuarenta. No estaría de más que una vez acabada la meditación hicierais algún ejercicio de elasticidad, como tocarse la punta de los pies con las manos, para acostumbrar al cuerpo a lo que será la meditación sedente, más adelante. Además en el momento que acabas la meditación el cuerpo puede ser un cincuenta por cien más elástico por la relajación obtenida y por que la mente está en esos momentos más "indolora".
Si en vez de esto, ponéis más cartelitos en las redes sociales y empezáis a transcribir lo que los "gurus" dicen, estaréis formando parte de la cada vez más nutrida selección de individuos "iluminados" dando amor a "troche y moche" y sin haber experimentado nunca "no hacer, no ser absolutamente nada".
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Como ya escribí anteriormente, hay muchos modos de meditación o de "Yoga". Hoy vamos a tratar el más simple de ellos, la meditación para iniciarse en esta práctica sin dolores ni rechazos.
Nos sentaremos en una silla, con el trasero bien atrás y la espalda recta. Las manos deben dejarse caer sobre las piernas como si pesaran, muy relajadas, con las palmas hacia abajo.Los hombros igualmente deben caer por su propio peso. El mentón debe recogerse y la nuca debe apuntar hacia arriba, de esta manera lo que haremos será relajar todo nuestro cuerpo pero la columna debe estar, sin llegar a tensarse en exceso, recta como un palo. No cruzaremos nada, ni las piernas ni los brazos. Debemos pasar unos minutos en primer lugar, respirando hondo y despacio, inspirando por la nariz y espirando por la boca. Mientras, intentaremos repasar todos las partes de nuestro cuerpo para que estén pesadas y muy relajadas.
Cuando ya estemos preparados, comenzaremos la práctica respirando por la nariz de forma silenciosa y muy sutil. Dicha respiración es la protagonista, así que no forzaremos nada en ella. Nos vamos a dar cuenta enseguida que la diferencia entre respirar solo y hacer el acto de respirar, es muy sutil. Dejemos a la respiración fluir sin interferir en ella, o por lo menos todo lo que sea posible.
Con cada inspiración contaremos mentalmente "y" y con cada espiración "1" y así hasta 4. El "y" como ya habréis averiguado, es para no dejar ningún espacio entre un numero y otro, para que la mente no "deambule". Cuando lleguéis a cuatro volvéis a empezar con el "1". En pocos segundos os habréis puesto a pensar en algo que no es la tarea que se os presenta. Es normal. La mente no está acostumbrada a ser doblegada, así que creará múltiples "ilusiones" para que paréis en el empeño de contar y nada más. Os picará un brazo, o la cabeza, obligando a parar para rascarse. Si obviamos esto y no paramos, aunque nos pique mucho y seguimos empeñados en la cuenta de respiraciones, los picores cesarán. Por supuesto las ideas seguirán surgiendo una tras otra. Hay que dejarlas pasar, no imbuirse en ellas, nosotros a la nuestra, contando y contando. No por que aparezcan muchas ideas lo estamos haciendo mal, ni mucho menos. La práctica hará que poco a poco os resulte más fácil dominar la mente.
Podéis empezar con diez minutos (eternos) y seguir poco a poco, día a día y sin prisas a los cuarenta. No estaría de más que una vez acabada la meditación hicierais algún ejercicio de elasticidad, como tocarse la punta de los pies con las manos, para acostumbrar al cuerpo a lo que será la meditación sedente, más adelante. Además en el momento que acabas la meditación el cuerpo puede ser un cincuenta por cien más elástico por la relajación obtenida y por que la mente está en esos momentos más "indolora".
Si en vez de esto, ponéis más cartelitos en las redes sociales y empezáis a transcribir lo que los "gurus" dicen, estaréis formando parte de la cada vez más nutrida selección de individuos "iluminados" dando amor a "troche y moche" y sin haber experimentado nunca "no hacer, no ser absolutamente nada".
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viernes, 25 de enero de 2013
De cómo una vez descubierto necesitamos comprobarlo.
Cuando descubrimos (y así lo sentimos) que la identificación de uno mismo se ha roto, nos sentimos de una forma muy extraña al principio. Es un camino sólo de ida, no hay vuelta atrás, "por que ya lo sabemos".
Entonces, de forma espontánea aparece la motivación para decidir que vamos a sentarnos a contar nuestras respiraciones, para así acallar nuestra mente de ideas y "ver qué pasa".
La verdad es que hay muchas formas de silenciarnos por dentro, no sólo sentarse. Y a todas ellas las podemos llamar "Yoga".
La palabra española «yoga» proviene del sánscrito ioga, que a su vez procede del verbo iush (yuj en AITS): ‘colocar el yugo [a dos bueyes, para unirlos], concentrar la mente, absorberse en meditación, recordar, unir, conectar, otorgar, etc.’. El verbo iush es la misma raíz indoeuropea de los términos castellanos «yugo» y «conyugal».
Toda meditación, ya sea del tipo mental o de movimiento (como se conoce al yoga habitualmente) e incluso la práctica diaria de "hacer una cosa por vez sea cual sea", es en definitiva lo mismo. Se trata de centrar nuestra mente en una sola cosa (y no en blanco como se sugiere por ahí, eso es imposible). Cuando esto ocurre, que es mucho tiempo después de haber empezado con la práctica, suceden varias cosas:
- La mente genera ondas Alfa.
- El cuerpo reduce el nivel de Lactato.
- La conducta se reestructura.
- Somos más productivos, obtenemos capacidad de concentración.
- Por algún motivo inexplicable atrapas las moscas con la mano casi siempre (no matar, por favor)
. Acabas la sesión y regresas al mundo del "yo" (Samsára o el mundo de Maya) con una sensación diferente, un amor incondicional por todo ser o suceso pero en distancia... Aparece "la compasión".
Hablaremos de todo ello, por supuesto, pero en esta entrada lo que me interesa es escribir sobre cómo la meditación es la comprobación "empírica" de algo que no puede ser explicado o contado por que trasciende la mente y las palabras.
Y todo ello debe ocurrir de forma natural, espontánea y no forzada. Es cierto que la meditación sedente o Zazén duelen a morir, pero es un dolor que se lleva consigo después, pues en el momento de la realización no hay dolor, no hay nada.
Nada puede ser dolido por que no hay sujeto ni objeto.
No hay causa del dolor ni doliente.
Al no haber un "yo"concreto, pues la mente deja de actuar. En caso de actuación, cosa que ocurre continuamente, las ideas pasan, no hay retención por que no hay "yo" que retenga, por lo que sólo hay atención. Y como intento explicarlo, estoy clasificando algo que no puede ser clasificado, así que estoy alejándome de ello.
La práctica de la meditación, según mi forma de verlo, debe hacerse cuando apetece y surge de forma espontánea. Uno va equilibrando los tiempos según su naturaleza o cómo se encuentre. Los monjes ensalzan demasiado esta práctica hasta el punto que aluden que el Zen es Zazén. Yo creo que la práctica se puede llevar más allá, en todos los momentos del día y no necesariamente sentado. La perseverancia es una de las frases favoritas de algunos Budistas Zen, pero yo no lo comparto. No me resulta nada agradable dicha palabra. Me gusta más, dedicación.
La dedicación por Zazen u otra forma de meditación debe llevarte a un "camino medio" entre la práctica nula y la sobre-práctica de algunos. Y cada uno debe valorarlo individualmente, pero de forma espontánea y sin pensamientos de si será mejor meditar más o menos. El cuerpo te lo pide (la mente lo rechaza de algún modo, pues no quiere ser dominada).
Asímismo, el tiempo que dura nuestro Zazen puede variar dependiendo de nuestra "vida social". Aconsejo unos diez minutos para empezar y una media de unos cuarenta, una vez has adquirido "destreza".
Hablaremos de cómo meditar más adelante, también de el hecho de "consciencia" y de apreciaciones que considero muy interesantes, o por lo menos entretenidas.
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Entonces, de forma espontánea aparece la motivación para decidir que vamos a sentarnos a contar nuestras respiraciones, para así acallar nuestra mente de ideas y "ver qué pasa".
La verdad es que hay muchas formas de silenciarnos por dentro, no sólo sentarse. Y a todas ellas las podemos llamar "Yoga".
La palabra española «yoga» proviene del sánscrito ioga, que a su vez procede del verbo iush (yuj en AITS): ‘colocar el yugo [a dos bueyes, para unirlos], concentrar la mente, absorberse en meditación, recordar, unir, conectar, otorgar, etc.’. El verbo iush es la misma raíz indoeuropea de los términos castellanos «yugo» y «conyugal».
Toda meditación, ya sea del tipo mental o de movimiento (como se conoce al yoga habitualmente) e incluso la práctica diaria de "hacer una cosa por vez sea cual sea", es en definitiva lo mismo. Se trata de centrar nuestra mente en una sola cosa (y no en blanco como se sugiere por ahí, eso es imposible). Cuando esto ocurre, que es mucho tiempo después de haber empezado con la práctica, suceden varias cosas:
- La mente genera ondas Alfa.
- El cuerpo reduce el nivel de Lactato.
- La conducta se reestructura.
- Somos más productivos, obtenemos capacidad de concentración.
- Por algún motivo inexplicable atrapas las moscas con la mano casi siempre (no matar, por favor)
. Acabas la sesión y regresas al mundo del "yo" (Samsára o el mundo de Maya) con una sensación diferente, un amor incondicional por todo ser o suceso pero en distancia... Aparece "la compasión".
Hablaremos de todo ello, por supuesto, pero en esta entrada lo que me interesa es escribir sobre cómo la meditación es la comprobación "empírica" de algo que no puede ser explicado o contado por que trasciende la mente y las palabras.
Y todo ello debe ocurrir de forma natural, espontánea y no forzada. Es cierto que la meditación sedente o Zazén duelen a morir, pero es un dolor que se lleva consigo después, pues en el momento de la realización no hay dolor, no hay nada.
Nada puede ser dolido por que no hay sujeto ni objeto.
No hay causa del dolor ni doliente.
Al no haber un "yo"concreto, pues la mente deja de actuar. En caso de actuación, cosa que ocurre continuamente, las ideas pasan, no hay retención por que no hay "yo" que retenga, por lo que sólo hay atención. Y como intento explicarlo, estoy clasificando algo que no puede ser clasificado, así que estoy alejándome de ello.
La práctica de la meditación, según mi forma de verlo, debe hacerse cuando apetece y surge de forma espontánea. Uno va equilibrando los tiempos según su naturaleza o cómo se encuentre. Los monjes ensalzan demasiado esta práctica hasta el punto que aluden que el Zen es Zazén. Yo creo que la práctica se puede llevar más allá, en todos los momentos del día y no necesariamente sentado. La perseverancia es una de las frases favoritas de algunos Budistas Zen, pero yo no lo comparto. No me resulta nada agradable dicha palabra. Me gusta más, dedicación.
La dedicación por Zazen u otra forma de meditación debe llevarte a un "camino medio" entre la práctica nula y la sobre-práctica de algunos. Y cada uno debe valorarlo individualmente, pero de forma espontánea y sin pensamientos de si será mejor meditar más o menos. El cuerpo te lo pide (la mente lo rechaza de algún modo, pues no quiere ser dominada).
Asímismo, el tiempo que dura nuestro Zazen puede variar dependiendo de nuestra "vida social". Aconsejo unos diez minutos para empezar y una media de unos cuarenta, una vez has adquirido "destreza".
Hablaremos de cómo meditar más adelante, también de el hecho de "consciencia" y de apreciaciones que considero muy interesantes, o por lo menos entretenidas.
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jueves, 24 de enero de 2013
De cómo los chapoteos de la mente no te dejan ver el fondo del lago.
Tomemos como ejemplo, un hermoso lago. En él hay peces chapoteando en el agua. En el fondo, donde ya no se puede bajar más, hay un tesoro de grandes dimensiones y muy valioso... posíblemente el tesoro más valioso del universo, o quizás es que el universo está dentro de ese tesoro.
Y las personas como yo, nos asomamos a ese lago, buscando el tesoro. Y por mucho que nos empeñemos no podemos vislumbrarlo por que los peces (las ideas) chapotean y chapotean y mueven las aguas del hermoso lago.
De este modo, como soy muy cabezota, busco aquí y allá para encontrar un método alternativo para poder ubicar exáctamente la situación del tesoro.
Encuentro un palo largo y lo inserto en el lago para remover el fondo... pero los peces (las ideas) se mueven más rápido, asustados por cómo muevo el palo. El palo (la imagen de mi) es una herramienta inútil para este caso. Me sirve de mucho normalmente, puedo utilizarlo para mover cosas, para "funcionar" en mi mundo y mi sociedad... realmente amo mi palo, y me preocupo de "alimentarlo" a diario, dándole grandes dosis de aceite (consumo, ilusiones, metas, proyectos) para poder seguir utilizándolo cuando lo necesite. Mi palo siempre está conmigo.
Pero en este caso no me sirve, incluso noto que altera más ese lago. Es un lago ansioso, por que los peces (las ideas) que chapotean sin cesar, con la maniobra del palo no han hecho más que empeorar la situación.
Ahora los peces saltan de un lado a otro, y me miran de "reojillo", como si supieran lo que intento... Es imposible ver el fondo del hermoso lago, para así poder visualizar el tan ansiado tesoro.
Pero entonces, como un impulso que viene del propio lago, que es tan hermoso que podría deslumbrar a alguien que no buscara tan desesperadamente un tesoro, me paro y me doy cuenta (descubrimiento) de que me estoy perdiendo la belleza del lugar. Ante la frustración de no poder rescatar el tesoro, me he estado perdiendo el paraje, y ese lago impresionante, que como en un cuento de magia, me deja totalmente embriagado con su belleza.
Entonces algo pasa, y es que los peces (las ideas) se han relajado un poco, así que me siento y me relajo...
Pasados unos minutos noto como mi respiración ha bajado su convulso movimiento y me quedo prendado de ella, intimando con ella... Poco a poco los peces (las ideas) han parado en su chapoteo febril, y ahora el lago, más hermoso que nunca, se abre a mi, como una mariposa abre sus alas, después de salir de su crisálida.
El fondo de ese lago está listo para que pueda recoger mi tesoro, pero he de decir que ya no me importa el tesoro que hay en él.
A veces con el palo y otras veces dejando que mi respiración "sea consciencia", es como la "vía media" aparece ante nosotros, para que busquemos o para que nos sentemos... pero el tesoro nunca está donde creemos.
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Y las personas como yo, nos asomamos a ese lago, buscando el tesoro. Y por mucho que nos empeñemos no podemos vislumbrarlo por que los peces (las ideas) chapotean y chapotean y mueven las aguas del hermoso lago.
De este modo, como soy muy cabezota, busco aquí y allá para encontrar un método alternativo para poder ubicar exáctamente la situación del tesoro.
Encuentro un palo largo y lo inserto en el lago para remover el fondo... pero los peces (las ideas) se mueven más rápido, asustados por cómo muevo el palo. El palo (la imagen de mi) es una herramienta inútil para este caso. Me sirve de mucho normalmente, puedo utilizarlo para mover cosas, para "funcionar" en mi mundo y mi sociedad... realmente amo mi palo, y me preocupo de "alimentarlo" a diario, dándole grandes dosis de aceite (consumo, ilusiones, metas, proyectos) para poder seguir utilizándolo cuando lo necesite. Mi palo siempre está conmigo.
Pero en este caso no me sirve, incluso noto que altera más ese lago. Es un lago ansioso, por que los peces (las ideas) que chapotean sin cesar, con la maniobra del palo no han hecho más que empeorar la situación.
Ahora los peces saltan de un lado a otro, y me miran de "reojillo", como si supieran lo que intento... Es imposible ver el fondo del hermoso lago, para así poder visualizar el tan ansiado tesoro.
Pero entonces, como un impulso que viene del propio lago, que es tan hermoso que podría deslumbrar a alguien que no buscara tan desesperadamente un tesoro, me paro y me doy cuenta (descubrimiento) de que me estoy perdiendo la belleza del lugar. Ante la frustración de no poder rescatar el tesoro, me he estado perdiendo el paraje, y ese lago impresionante, que como en un cuento de magia, me deja totalmente embriagado con su belleza.
Entonces algo pasa, y es que los peces (las ideas) se han relajado un poco, así que me siento y me relajo...
Pasados unos minutos noto como mi respiración ha bajado su convulso movimiento y me quedo prendado de ella, intimando con ella... Poco a poco los peces (las ideas) han parado en su chapoteo febril, y ahora el lago, más hermoso que nunca, se abre a mi, como una mariposa abre sus alas, después de salir de su crisálida.
El fondo de ese lago está listo para que pueda recoger mi tesoro, pero he de decir que ya no me importa el tesoro que hay en él.
A veces con el palo y otras veces dejando que mi respiración "sea consciencia", es como la "vía media" aparece ante nosotros, para que busquemos o para que nos sentemos... pero el tesoro nunca está donde creemos.
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miércoles, 23 de enero de 2013
De cómo es imposible atar un paquete con un meridiano.
Las unidades de medida que el ser humano ha construido son grandes herramientas para nuestro desarrollo, y decir lo contrario sería absurdo. Así, tenemos los meridianos, que son líneas que hemos creado para dividir la tierra en partes y con ello, poder establecer usos horarios y otro tipo de herramientas para la sociedad global. También hemos creado el metro, una unidad de medida muy utilizada a diario por míles de personas. Y las horas, esa partición que divide el día para poder tener un cita sin llegar tarde.
Pero una cosa es utilizar dichas herramientas para el bien común, y otra cosa muy distinta es pensar que estas "clasificaciones" son reales, o que están presentes realmente en la naturaleza.
Debemos tener presente que no podemos atar un paquete con un meridiano.
Del mismo modo, la identificación de nosotros mismos que utilizamos en la vida, es otra irrealidad tan grande, que ha acabado por confundirnos por completo.
La idea de nosotros mismos se basa sobretodo en dos grandes clasificaciones mentales:
El pasado, lo que fuimos, el recorrido realizado y las experiencia adquiridas.
El futuro, lo que seremos, los proyectos, las ilusiones, las metas a alcanzar.
PERO TODO ESO NO ES REAL.
Tal como un meridiano, el futuro es una predicción un tanto arriesgada de algo totalmente impregnado de las ilusiones y deseos.
Tal como una hora, el pasado es sólo un eco vibrando en las paredes de nuestra memoria, algo que ya nunca más sucederá, por mucho que nos empeñemos en reproducirlo.
Entonces nos vemos a nosotros mismos como una película, algo secuencial que desde el pasado nos ha hecho, nos a fabricado. Todas nuestras experiencias, nuestras emociones, la educación recibida... Todo lo que viene del pasado nos construye.
Pero no es algo cierto, el pasado no puede construirnos del mismo modo que la estela que deja un barco al navegar no construye al barco. Es el barco el que hace la estela.
Somos nosotros los que construimos el pasado.
Y visto así, parecería que todo es muy triste, y que la realidad nos trae la visión más pesimista de la vida, pero no es cierto. No es así como es realmente, por que no debemos olvidar el presente. El presente o mejor dicho, el ahora, es la única realidad posible, la única realidad en la que tienes el control.
Y ES ETERNO.
Si eliminamos de la ecuación el pasado atado a nuestra memoria y el futuro acoplado a nuestros deseos, nos queda el eterno ahora, donde no hay tiempos, ni horas que deban ser medidas.
Y así, desprovistos de la losa del pasado y el futuro, sin herramientas de medición, sin una idea del "yo" y solos en este inmenso ahora, es lo que realmente somos.
Pero lo bueno del caso es que no podemos explicarlo. Yo mismo, con este blog, sólo doy un rodeo a la cuestión para que algunos de vosotros captéis el concepto, pero en realidad no puedo acercarme a la realidad de la cuestión mucho más de lo que lo estoy haciendo.
LA PALABRA NO ES LA COSA.
Con la palabra agua, no me mojo. Del mismo modo, describir o explicar cómo es ese presente donde vive la realidad es algo que sólo se puede EXPERIMENTAR.
Sigue conmigo, navegante. Vamos a surcar los mares de esa realidad, a dejar estelas de espuma en el agua salada. Quedarán atrás, en el pasado ilusorio, dando vueltas...
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Pero una cosa es utilizar dichas herramientas para el bien común, y otra cosa muy distinta es pensar que estas "clasificaciones" son reales, o que están presentes realmente en la naturaleza.
Debemos tener presente que no podemos atar un paquete con un meridiano.
Del mismo modo, la identificación de nosotros mismos que utilizamos en la vida, es otra irrealidad tan grande, que ha acabado por confundirnos por completo.
La idea de nosotros mismos se basa sobretodo en dos grandes clasificaciones mentales:
El pasado, lo que fuimos, el recorrido realizado y las experiencia adquiridas.
El futuro, lo que seremos, los proyectos, las ilusiones, las metas a alcanzar.
PERO TODO ESO NO ES REAL.
Tal como un meridiano, el futuro es una predicción un tanto arriesgada de algo totalmente impregnado de las ilusiones y deseos.
Tal como una hora, el pasado es sólo un eco vibrando en las paredes de nuestra memoria, algo que ya nunca más sucederá, por mucho que nos empeñemos en reproducirlo.
Entonces nos vemos a nosotros mismos como una película, algo secuencial que desde el pasado nos ha hecho, nos a fabricado. Todas nuestras experiencias, nuestras emociones, la educación recibida... Todo lo que viene del pasado nos construye.
Pero no es algo cierto, el pasado no puede construirnos del mismo modo que la estela que deja un barco al navegar no construye al barco. Es el barco el que hace la estela.
Somos nosotros los que construimos el pasado.
Y visto así, parecería que todo es muy triste, y que la realidad nos trae la visión más pesimista de la vida, pero no es cierto. No es así como es realmente, por que no debemos olvidar el presente. El presente o mejor dicho, el ahora, es la única realidad posible, la única realidad en la que tienes el control.
Y ES ETERNO.
Si eliminamos de la ecuación el pasado atado a nuestra memoria y el futuro acoplado a nuestros deseos, nos queda el eterno ahora, donde no hay tiempos, ni horas que deban ser medidas.
Y así, desprovistos de la losa del pasado y el futuro, sin herramientas de medición, sin una idea del "yo" y solos en este inmenso ahora, es lo que realmente somos.
Pero lo bueno del caso es que no podemos explicarlo. Yo mismo, con este blog, sólo doy un rodeo a la cuestión para que algunos de vosotros captéis el concepto, pero en realidad no puedo acercarme a la realidad de la cuestión mucho más de lo que lo estoy haciendo.
LA PALABRA NO ES LA COSA.
Con la palabra agua, no me mojo. Del mismo modo, describir o explicar cómo es ese presente donde vive la realidad es algo que sólo se puede EXPERIMENTAR.
Sigue conmigo, navegante. Vamos a surcar los mares de esa realidad, a dejar estelas de espuma en el agua salada. Quedarán atrás, en el pasado ilusorio, dando vueltas...
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martes, 22 de enero de 2013
De cómo el Ego no es lo que pensamos que es, sino jústamente lo contrario.
Cuando somos niños y nuestro sistema cognitivo aún no ha empezado a desarrollarse, somos un suceso que se contempla con mucha atención. Es el suceso de la vida. Todo lo que hay es contemplación pues por nuestra mente no circulan ideas, así que sólo observamos todo lo que ocurre y no podemos diferenciar ni clasificar nada, ni siquiera a nosotros mismos.
Pero esto va cambiando a medida que vamos creciendo y nuestra mente empieza a crear ideas y nuestra sociedad, para hacernos "individuo útil" comienza a darnos herramientas para separar y clasificar.
Así que a temprana edad, somos un individuo independiente del sistema natural que le rodea, que tiene ideas que le hacen creer que no son sólo ideas, sino fundamentos inamovibles, pilares en los que se basa el universo y además, las herramientas dadas por la sociedad para la creación de "clases" y diferenciación, las hacemos funcionar de tal forma que intentamos cada día, clasificar en ideas más pequeñas las ideas anteriores y así entramos en un círculo vicioso.
No sólo no nos conformamos con definir "cosas", sino que vamos más allá y partimos la idea que tenemos de nosotros mismos, de tal manera que nuestros brazos sólo son "algo" externo que utilizamos de herramientas, y así todos nuestros órganos y dando un paso más, en última instancia, lo que realmente somos es algo oscuro e insondable que se ubica entre nuestros ojos, allá en lo profundo de nuestro cerebro. Y de allí parte todo, ese generador de ideas somos nosotros y a eso yo lo llamo "Ego".
Pero no es así como definimos en general la palabra Ego, no. Sólo tenemos que mirar en las redes sociales cómo se utiliza la palabra Ego. También en los círculos amistosos, donde se utiliza de forma despectiva para separar al resto de personas de uno mismo:
-Vaya Ego tiene ese tio, no esperaba eso de él. Siempre yo, yo, yo, y si sobra algo ... yo!
-Tenía un Ego tan grande que se le salía por las orejas... pero qué se habrá pensado que es?
Frases de este tipo se utilizan a diario para separarnos del resto. Y yo os digo que jústamente es ese Ego el que os hace hablar del Ego ajeno. Pero la realidad del asunto es que el Ego es inseparable de uno mismo, por que el Ego sólo es la imagen irreal que tenemos de nosotros mismos y eso no se puede cambiar.
Y entonces... qué hacer?
Pues es una cuestión más que de respuestas, de cambio de preguntas.
Primero vamos a ver dónde está el engaño, por que hay una ley física que es irrebatible y es que un "sujeto conocedor" no puede ser a su vez "objeto de su propio conocimiento". En palabras de Alan Watts, "un ojo no puede mirarse a si mismo", es imposible. Así que si queremos poder definirnos de forma irrefutable... no se puede, es completamente inviable.
Así que si definimos la cuestión por lo que no es, podemos atinar de forma más eficiente.
Primeramente no tenemos un cuerpo, sino que somos ese cuerpo. Y si tengo que definir mi cuerpo, irremediablemente tengo que definir el suelo que piso, pues sino podríamos pensar que estoy flotando de aquí para allá todo el día. Podemos decir que mi entorno está íntimamente relacionado conmigo, o sea que además de suelo que piso tendría que definir también el aire que respiro, que me mantiene vivo, que a su vez forma parte de un ecosistema, mi ecosistema... realmente el ecosistema de todos, sí, justamente ese que estamos matando, por que pensamos que hay que enfrentarse a él, dominarlo.
Podemos decir entonces, que para poder definirme muy superficialmente debo definir todo lo que hay a mi alrededor y más allá, pues la roca en la que vivimos, sorprendentemente se sustenta por una serie de fuerzas gravitatorias muy sutiles que hacen que yo "sea".
También podemos decir que si podemos llegar a no definirnos, el esfuerzo que utilizabamos para ello, puede servir para vivir nuestras vidas de una manera más real, mas centrada y sin tal condicionante.
Y concluyo esta entrada diciendo que... cuidado con quien habla mucho del Ego de los demás... tiene problemas consigo mismo.
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Pero esto va cambiando a medida que vamos creciendo y nuestra mente empieza a crear ideas y nuestra sociedad, para hacernos "individuo útil" comienza a darnos herramientas para separar y clasificar.
Así que a temprana edad, somos un individuo independiente del sistema natural que le rodea, que tiene ideas que le hacen creer que no son sólo ideas, sino fundamentos inamovibles, pilares en los que se basa el universo y además, las herramientas dadas por la sociedad para la creación de "clases" y diferenciación, las hacemos funcionar de tal forma que intentamos cada día, clasificar en ideas más pequeñas las ideas anteriores y así entramos en un círculo vicioso.
No sólo no nos conformamos con definir "cosas", sino que vamos más allá y partimos la idea que tenemos de nosotros mismos, de tal manera que nuestros brazos sólo son "algo" externo que utilizamos de herramientas, y así todos nuestros órganos y dando un paso más, en última instancia, lo que realmente somos es algo oscuro e insondable que se ubica entre nuestros ojos, allá en lo profundo de nuestro cerebro. Y de allí parte todo, ese generador de ideas somos nosotros y a eso yo lo llamo "Ego".
Pero no es así como definimos en general la palabra Ego, no. Sólo tenemos que mirar en las redes sociales cómo se utiliza la palabra Ego. También en los círculos amistosos, donde se utiliza de forma despectiva para separar al resto de personas de uno mismo:
-Vaya Ego tiene ese tio, no esperaba eso de él. Siempre yo, yo, yo, y si sobra algo ... yo!
-Tenía un Ego tan grande que se le salía por las orejas... pero qué se habrá pensado que es?
Frases de este tipo se utilizan a diario para separarnos del resto. Y yo os digo que jústamente es ese Ego el que os hace hablar del Ego ajeno. Pero la realidad del asunto es que el Ego es inseparable de uno mismo, por que el Ego sólo es la imagen irreal que tenemos de nosotros mismos y eso no se puede cambiar.
Y entonces... qué hacer?
Pues es una cuestión más que de respuestas, de cambio de preguntas.
Primero vamos a ver dónde está el engaño, por que hay una ley física que es irrebatible y es que un "sujeto conocedor" no puede ser a su vez "objeto de su propio conocimiento". En palabras de Alan Watts, "un ojo no puede mirarse a si mismo", es imposible. Así que si queremos poder definirnos de forma irrefutable... no se puede, es completamente inviable.
Así que si definimos la cuestión por lo que no es, podemos atinar de forma más eficiente.
Primeramente no tenemos un cuerpo, sino que somos ese cuerpo. Y si tengo que definir mi cuerpo, irremediablemente tengo que definir el suelo que piso, pues sino podríamos pensar que estoy flotando de aquí para allá todo el día. Podemos decir que mi entorno está íntimamente relacionado conmigo, o sea que además de suelo que piso tendría que definir también el aire que respiro, que me mantiene vivo, que a su vez forma parte de un ecosistema, mi ecosistema... realmente el ecosistema de todos, sí, justamente ese que estamos matando, por que pensamos que hay que enfrentarse a él, dominarlo.
Podemos decir entonces, que para poder definirme muy superficialmente debo definir todo lo que hay a mi alrededor y más allá, pues la roca en la que vivimos, sorprendentemente se sustenta por una serie de fuerzas gravitatorias muy sutiles que hacen que yo "sea".
También podemos decir que si podemos llegar a no definirnos, el esfuerzo que utilizabamos para ello, puede servir para vivir nuestras vidas de una manera más real, mas centrada y sin tal condicionante.
Y concluyo esta entrada diciendo que... cuidado con quien habla mucho del Ego de los demás... tiene problemas consigo mismo.
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lunes, 21 de enero de 2013
De cómo el Zen es más lo que no es, que lo que es.
El budismo Zen es la forma de Budismo más simple y fácil de practicar, aunque por cierto punto de vista físico, si quieres desenmarañar su simpleza, empieza a aparecer un ovillo complicádamente tejido, de tal forma que uno puede acabar deambulando por este mundo como si hubiera perdido alguna cosa.
He de decir que hay dos escuelas Zen esenciales, la Soto (la más común) y la Rinzai, y aunque su cometido es el mismo, la forma de "hacer" es completamente diferente. En la escuela Soto, el despertar o "Satori" sucede con el condimento apropiado; la meditación sedente.
"Zazén" o meditación sentado, es en un principio, básica para poder obtener un "Satori", aunque el maestro siempre debe hacer entender al alumno que el despertar de la mente o "Satori" no debe ser buscado.
En la foto aparece Taisen Deshimaru, maestro contemporáneo ya fallecido. Ordenó como linea de sucesión al maestro Español Dokushô Villalba y al maestro Francés Dominique Kosen. Ámbos continúan su linaje en Valencia el primero y en Argentina el segundo.
En la escuela Rinzai, es primordial trabajar duro con el maestro en los "Koans" que son una tanda de preguntas y respuestas en las que el maestro intenta que el alumno "salte" la comprensión intelectual y vaya más allá, obteniendo así el tan preciado "Satori". Pero se insiste mucho en cualquier escuela, que ese despertar ocurre de improviso, de repente y no se debe buscar de ningún modo.
La escuela Soto, la más conocida en España y américa Latina, hace mucho hincapié y de forma muy reiterada, que hay que hacer Zazén mucho tiempo a lo largo del día, y hacer "Sesshin" (meditación conjunta y de más tiempo de duración) muy a menudo.
Como el que os escribe tiene su propia visión del Budismo Zen, todas las explicaciones que pueda comentar desde ahora y en sucesivas entradas no son genéricas del Budismo Zen, sino mis propias interpretaciones.
Acerca de Zazén, os diré que recomiendo su práctica y que además, sin ella no se puede "constatar" el descubrimiento interior al que cada uno tiene acceso, normalmente sin saberlo.
Pero también tengo que decir, siguiendo la idea de "via media", que Zazén se hizo muy popular en los monasterios y templos chinos y japoneses en siglos pasados. Cuando dicha práctica se popularizó tanto, los maestros y monjes obligaban a la muchedumbre de niños con "vocación" a sentarse mucho tiempo a lo largo del día para tenerlos controlados.
La práctica del Zen del día a día, en las labores cotidianas, afrontando la vida y problemas personales y en la sociedad actual es la práctica verdaderamente importante, y los templos y vida monacal es algo que forma parte de "la teoría zen", más que de la realidad del ser humano.
Para definir el Zen hay que empezar por lo que no es, así que por eliminación, en este blog iremos reduciendo hasta el absurdo el resto de cosas de este universo...
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He de decir que hay dos escuelas Zen esenciales, la Soto (la más común) y la Rinzai, y aunque su cometido es el mismo, la forma de "hacer" es completamente diferente. En la escuela Soto, el despertar o "Satori" sucede con el condimento apropiado; la meditación sedente.
"Zazén" o meditación sentado, es en un principio, básica para poder obtener un "Satori", aunque el maestro siempre debe hacer entender al alumno que el despertar de la mente o "Satori" no debe ser buscado.
En la foto aparece Taisen Deshimaru, maestro contemporáneo ya fallecido. Ordenó como linea de sucesión al maestro Español Dokushô Villalba y al maestro Francés Dominique Kosen. Ámbos continúan su linaje en Valencia el primero y en Argentina el segundo.
En la escuela Rinzai, es primordial trabajar duro con el maestro en los "Koans" que son una tanda de preguntas y respuestas en las que el maestro intenta que el alumno "salte" la comprensión intelectual y vaya más allá, obteniendo así el tan preciado "Satori". Pero se insiste mucho en cualquier escuela, que ese despertar ocurre de improviso, de repente y no se debe buscar de ningún modo.
La escuela Soto, la más conocida en España y américa Latina, hace mucho hincapié y de forma muy reiterada, que hay que hacer Zazén mucho tiempo a lo largo del día, y hacer "Sesshin" (meditación conjunta y de más tiempo de duración) muy a menudo.
Como el que os escribe tiene su propia visión del Budismo Zen, todas las explicaciones que pueda comentar desde ahora y en sucesivas entradas no son genéricas del Budismo Zen, sino mis propias interpretaciones.
Acerca de Zazén, os diré que recomiendo su práctica y que además, sin ella no se puede "constatar" el descubrimiento interior al que cada uno tiene acceso, normalmente sin saberlo.
Pero también tengo que decir, siguiendo la idea de "via media", que Zazén se hizo muy popular en los monasterios y templos chinos y japoneses en siglos pasados. Cuando dicha práctica se popularizó tanto, los maestros y monjes obligaban a la muchedumbre de niños con "vocación" a sentarse mucho tiempo a lo largo del día para tenerlos controlados.
La práctica del Zen del día a día, en las labores cotidianas, afrontando la vida y problemas personales y en la sociedad actual es la práctica verdaderamente importante, y los templos y vida monacal es algo que forma parte de "la teoría zen", más que de la realidad del ser humano.
Para definir el Zen hay que empezar por lo que no es, así que por eliminación, en este blog iremos reduciendo hasta el absurdo el resto de cosas de este universo...
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viernes, 18 de enero de 2013
De cómo el Tao se esconde justo cuando lo buscamos.
En las raices del pensamiento chino subyace algo que nunca puede ser atrapado con el pensamiento. Este concepto sin clasificación aparece por primera vez hace cuatro mil años en un libro anónimo llamado "I Ching" y que se tradujo como "El libro de los cambios".
Dicho libro trata sobre adivinación, pero lo hace de un modo natural y poco esotérico, como si cualquier persona pudiera acceder a dicho conocimiento. En este escrito aparece por primera vez el nombre de TAO (Dao). También aparecen con asiduidad el Yin y el Yang, dos interpretaciones a las que luego Albert Einstein llamaría "Teoría de la relatividad".
Mucho tiempo después, en el siglo VI a.c, un sabio llamado Laozi (Lao Tsé) escribió un libro llamado "Tao Te Ching" (Dào dé Jing):
El Tao que puede nombrarse no es el Tao eterno.
El nombre que puede nombrarse no es el nombre inmutable.
La no existencia es el principio del cielo y de la tierra.
La existencia es la madre de todo lo que hay.
El nombre que puede nombrarse no es el nombre inmutable.
La no existencia es el principio del cielo y de la tierra.
La existencia es la madre de todo lo que hay.
La cuestión es que las palabras en Sánscrito como en chino son de muy difícil traducción y pueden interpretarse de muchas maneras. Por eso al leer el texto completo, debemos tener la mente muy atenta para entender lo que Lao Tsé nos quiere decir. (lo encontrarás en Google fácilmente).
En estos escritos, Lao Tsé nos cuenta que hay algo (más un verbo que un sujeto) que no puede ser captado por la mente por que está más allá de ella. Cuando intentas captarlo, se esconde. Cuando intentas atrapar la idea, piensas en ello, o lo clasificas, se pierde entre las palabras y nunca puedes llegar a definirlo. Está fuera del pensamiento, así que ningún ser pensante puede hacer nada con ello. Sólo cuando la mente trasciende el pensamiento, es cuando el Tao puede sentirse, y está en todas partes, haciéndolo todo, de forma trasparente a nosotros.
Aunque no me gusta clasificarme, me considero más Taoísta que Budista, aunque ciértamente las dos filosofías encajan muy bien, enpástan perfectamente. Fijémonos cómo es muy similar la conducta del Tao con la que Visnhú nos proporciona en su sueño, donde nada queda por hacer pero de forma totalmente opaca, oscura a nuestro entendimiento.
Cuando el supuesto monje Budista llamado Bodhidharma, llegó a la china con el Budismo, las dos culturas se uinieron y apareció el "Chán". Un Budismo en el que las nobles verdades del Buda estaban muy presentes y el Tao también, formando perfecta armonía. De hecho, el Buda llamó al "Dharma o Dhamma" (el conjunto de procesos por los cuales el hombre se frustra y la forma de acabar con ella), la "via media"; un camino en que el ascetismo extremo quedaba atrás y el hedonismo también. También el Taoísmo y a consecuencia del Yin y el Yang, es una "via media", donde las clasificaciones de "bueno" y "malo" quedan atrás, y todo concepto mental es sólo una forma más de alimentar el "yo".
Así pues, se estaba formando una linea sucesoria desde el mismísimo Siddharta hasta Bodhidharma, que luego seguiría mucho más allá, incluso atravesando fronteras hacia Japón gracias a Eihei Dôgen, principal maestro Japonés que viajó a china para aprender el Chán. A su vuelta fundó la escuela Soto, y el Chán, por traducción japonesa, se convirtió en el Zen. Al no poder ser explicado, el Zen se impregnó de las artes japonesas, y dió lugar a los Haikus, los Sumi-e, los jardines, decoración y toda la estética "vacía" del Zen con la modernidad y arte plástica japonesa.
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Cuando el supuesto monje Budista llamado Bodhidharma, llegó a la china con el Budismo, las dos culturas se uinieron y apareció el "Chán". Un Budismo en el que las nobles verdades del Buda estaban muy presentes y el Tao también, formando perfecta armonía. De hecho, el Buda llamó al "Dharma o Dhamma" (el conjunto de procesos por los cuales el hombre se frustra y la forma de acabar con ella), la "via media"; un camino en que el ascetismo extremo quedaba atrás y el hedonismo también. También el Taoísmo y a consecuencia del Yin y el Yang, es una "via media", donde las clasificaciones de "bueno" y "malo" quedan atrás, y todo concepto mental es sólo una forma más de alimentar el "yo".
Así pues, se estaba formando una linea sucesoria desde el mismísimo Siddharta hasta Bodhidharma, que luego seguiría mucho más allá, incluso atravesando fronteras hacia Japón gracias a Eihei Dôgen, principal maestro Japonés que viajó a china para aprender el Chán. A su vuelta fundó la escuela Soto, y el Chán, por traducción japonesa, se convirtió en el Zen. Al no poder ser explicado, el Zen se impregnó de las artes japonesas, y dió lugar a los Haikus, los Sumi-e, los jardines, decoración y toda la estética "vacía" del Zen con la modernidad y arte plástica japonesa.
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jueves, 17 de enero de 2013
De cómo Siddharta no sacó absolutamente nada del Despertar.
Sé que en algunos temas puede resultar que hablo de forma poco "respetuosa" hacia determinadas cosas, pero no es así. El respeto por todo tipo de formas de entender la filosofía es mi máxima, pero debéis entender que debo expresarme libremente.
Otro de los pilares fundamentales para entender la "orientalidad" es el Budismo. Desde Asia nos llega la idea de que Buda es un profeta, algo similar a Jesucristo, pero no es así, ni mucho menos. De hecho, el sustento de toda la parafernalia Romana, se basa en Jesús y por ende, en Dios. Al igual que la religión islámica, tanto Alá como su profeta Mahoma, son imprescindibles para sostener ésta religión y a la vez, su talón de Aquiles.
He de hacer una aclaración al respecto, que creo que es importante. El único personaje histórico constatado y contrastado fue Mahoma. Ni Jesús ni Siddharta ( Buda) han sido realmente constatados históricamente. Tampoco han sido nunca refutados. Pero la diferencia fundamental entre el Cristianismo o el Islamismo y el Budismo, es que si jamás hubiera existido Siddharta, el Buda histórico ( como se le suele llamar) no cambiaría un ápice la filosofía ni su práctica. Nada se desmoronaría ni se harían aspavientos, exceptuando las personas que han tomado la imagen de Siddharta como la imagen de Jesús en sus mentes, claro está.
EL BUDA.
El ascetismo, la máxima expresión del hinduismo de todas las escuelas hindúes, era la principal preocupación del Rishi ( asceta de los bosques, que buscaba la iluminación a base de la negación de los placeres, de los sentidos). Cuando Siddharta Gautama de la casta de los Sakyamuni, abandonó sus riquezas y se fué al bosque a convertirse en un Rishi, nunca pensó que alcanzaría la iluminación o Nirvana siguiendo una senda completamente diferente a como se esperaba. Lo consiguió siendo un hedonista (comió, bebió y se lavó). Eso enfadó mucho a los Rishis que le seguían y decidieron abandonarle. Cuando Subhuti, su principal discípulo y amigo le preguntó que había sentido, unos dicen que se limitó a darle una flor, pues no pudo articular palabra alguna. Otros explican que dijo: " Así es, Subhuti, del completo e insuperado despertar no saqué absolutamente nada, por eso se le llama completo e insuperado despertar".
Así pues, concluímos que un Buda no es otra cosa que un ser sensible que ha descubierto ( o va a descubrir irremediablemente) su realidad en el mundo. Por eso decimos que todos somos Budas, por que todos tenemos esa semilla implantada en nuestro ser, aunque no la veamos.
LOS TIPOS.
Es curioso que en un sistema filosófico tan abocado a la interpretación del todo, se haya bifurcado tanto sus aspectos y liturgias hasta el punto que puedes encontrarte cuatrocientos tipos de Budismo, y todos hablan del dualismo (la separación de las cosas-sucesos) como el demonio, pero todos separan unas formas de ver el mundo de otras.
En cuanto a esto, el Budismo Tibetano o Lámico es el más "puro", o sea, el que más ha mantenido las liturgias hinduistas a lo largo de su história. Luego está el Mahayana, (gran vehículo) que sigue al pié de la letra los escritos del Cánon Palí (un gran conjunto de sutras que hablan de lo que el Buda histórico dijo) y busca la liberación de todos los seres sensibles.
También está el Budismo Theravada (el Budismo más antiguo de cuantos se conocen) muy conservador y seguidor también del Canon Palí.
El Hinayana se distingue por preocuparse únicamente de la liberación del propio individuo. En fin, muchas escuelas con una base común en todas ellas:
Las cuatro nobles verdades del Buda y el óctuple sendero para la eliminación de la frustración (si, digo frustración mejor que sufrimiento). Como veis, Siddharta enumera los males que nos acechan (producto de su propia frustración al descubrir que la gente enferma y muere) y una vez alcanzado el Nirvana, "prescribe" su receta para acabar con todo eso.
He de decir al respecto, de forma muy personal que siempre, llegado a este punto me hago la misma pregunta... Conociendo a grandes rasgos la historia de Siddharta (Wikipedia si no la conoces) y habiendo sido "despojado de la verdad" en un engaño por parte de su padre para que no conociese la realidad de la vida, gracias a que un oráculo predijo que este niño se convertiría en un Rhisi.... Que hubiera pasado si el óraculo nunca le hubiera dicho nada al padre??? Me recuerda a la escena del jarrón y el oráculo en Matrix, no puedo evitarlo... Hemos llegado a una de las muchas paradojas del Budismo.
EL VIAJE.
El Budismo viaja a la China en el siglo VII de la mano de un misterioso e incomprobable monje Hindú llamado Boddhidharma. Allí el Budismo se desgranaría para mezclarse con la filosofía más antigua de la China.
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Otro de los pilares fundamentales para entender la "orientalidad" es el Budismo. Desde Asia nos llega la idea de que Buda es un profeta, algo similar a Jesucristo, pero no es así, ni mucho menos. De hecho, el sustento de toda la parafernalia Romana, se basa en Jesús y por ende, en Dios. Al igual que la religión islámica, tanto Alá como su profeta Mahoma, son imprescindibles para sostener ésta religión y a la vez, su talón de Aquiles.
He de hacer una aclaración al respecto, que creo que es importante. El único personaje histórico constatado y contrastado fue Mahoma. Ni Jesús ni Siddharta ( Buda) han sido realmente constatados históricamente. Tampoco han sido nunca refutados. Pero la diferencia fundamental entre el Cristianismo o el Islamismo y el Budismo, es que si jamás hubiera existido Siddharta, el Buda histórico ( como se le suele llamar) no cambiaría un ápice la filosofía ni su práctica. Nada se desmoronaría ni se harían aspavientos, exceptuando las personas que han tomado la imagen de Siddharta como la imagen de Jesús en sus mentes, claro está.
EL BUDA.
El ascetismo, la máxima expresión del hinduismo de todas las escuelas hindúes, era la principal preocupación del Rishi ( asceta de los bosques, que buscaba la iluminación a base de la negación de los placeres, de los sentidos). Cuando Siddharta Gautama de la casta de los Sakyamuni, abandonó sus riquezas y se fué al bosque a convertirse en un Rishi, nunca pensó que alcanzaría la iluminación o Nirvana siguiendo una senda completamente diferente a como se esperaba. Lo consiguió siendo un hedonista (comió, bebió y se lavó). Eso enfadó mucho a los Rishis que le seguían y decidieron abandonarle. Cuando Subhuti, su principal discípulo y amigo le preguntó que había sentido, unos dicen que se limitó a darle una flor, pues no pudo articular palabra alguna. Otros explican que dijo: " Así es, Subhuti, del completo e insuperado despertar no saqué absolutamente nada, por eso se le llama completo e insuperado despertar".
Así pues, concluímos que un Buda no es otra cosa que un ser sensible que ha descubierto ( o va a descubrir irremediablemente) su realidad en el mundo. Por eso decimos que todos somos Budas, por que todos tenemos esa semilla implantada en nuestro ser, aunque no la veamos.
LOS TIPOS.
Es curioso que en un sistema filosófico tan abocado a la interpretación del todo, se haya bifurcado tanto sus aspectos y liturgias hasta el punto que puedes encontrarte cuatrocientos tipos de Budismo, y todos hablan del dualismo (la separación de las cosas-sucesos) como el demonio, pero todos separan unas formas de ver el mundo de otras.
En cuanto a esto, el Budismo Tibetano o Lámico es el más "puro", o sea, el que más ha mantenido las liturgias hinduistas a lo largo de su história. Luego está el Mahayana, (gran vehículo) que sigue al pié de la letra los escritos del Cánon Palí (un gran conjunto de sutras que hablan de lo que el Buda histórico dijo) y busca la liberación de todos los seres sensibles.
También está el Budismo Theravada (el Budismo más antiguo de cuantos se conocen) muy conservador y seguidor también del Canon Palí.
El Hinayana se distingue por preocuparse únicamente de la liberación del propio individuo. En fin, muchas escuelas con una base común en todas ellas:
Las cuatro nobles verdades del Buda y el óctuple sendero para la eliminación de la frustración (si, digo frustración mejor que sufrimiento). Como veis, Siddharta enumera los males que nos acechan (producto de su propia frustración al descubrir que la gente enferma y muere) y una vez alcanzado el Nirvana, "prescribe" su receta para acabar con todo eso.
He de decir al respecto, de forma muy personal que siempre, llegado a este punto me hago la misma pregunta... Conociendo a grandes rasgos la historia de Siddharta (Wikipedia si no la conoces) y habiendo sido "despojado de la verdad" en un engaño por parte de su padre para que no conociese la realidad de la vida, gracias a que un oráculo predijo que este niño se convertiría en un Rhisi.... Que hubiera pasado si el óraculo nunca le hubiera dicho nada al padre??? Me recuerda a la escena del jarrón y el oráculo en Matrix, no puedo evitarlo... Hemos llegado a una de las muchas paradojas del Budismo.
EL VIAJE.
El Budismo viaja a la China en el siglo VII de la mano de un misterioso e incomprobable monje Hindú llamado Boddhidharma. Allí el Budismo se desgranaría para mezclarse con la filosofía más antigua de la China.
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miércoles, 16 de enero de 2013
De cómo vishnú se auto-conoce y se auto- olvida.
Para poder llegar al pensamiento oriental y no tergiversar -que es lo que suele suceder- la forma en que se combinan las diferentes culturas y sus conductas, quiero exponer sin tedios y de forma amena, cómo "sucede" la cuestión.
Está claro que no soy ningún experto, y mi interpretación puede dar lugar a agravios, pero esto no debería suceder, pues no hay agraviado en cuanto a que el experto o ilustrado en el tema ha conducido al "yo" al abismo. Así que si hay alguien en tal tesitura, le aconsejaría que se plantease su pensamiento, filosofía o creencia.
Primero de todo, es importante apuntar que la filosofía o religiones hinduistas son MITOLÓGICAS, con lo que no deberíamos caer en el monoteísmo, o incluso el politeísmo cuando nos referimos a los Dioses hindúes.
La "Trimurti" o tres cuerpos (es curioso cómo siendo una religión tan antigua, evoca al padre,hijo y espíritu santo católicos) componen la forma más generalizada - que no más antigua - del Hiunduísmo, aunque los "Vedas" estuvieron antes y Vishnú sólo era un Dios más, de la cantidad de ellos disponible.
En el caso general, Vishnú acontece un día al que llamamos Kalpa (la medida de un Kalpa en años es irrelevante). En ese tiempo, no existe nada más que Visnhú. Acabado el día, Visnhú se hecha a dormir y su sueño dura otro Kalpa y en él se auto-olvida de si mismo y adquiere la consciencia de todos los sucesos que ocurren en el universo, desde el mismo Bing Bang que no es más que Brahma creando el universo, hasta el final de los tiempos, el final del Kalpa, en el que aparece Shiva y destruye el universo con fuego que sale de todos los poros de su piel. Es curioso, como la espalda de Shiva "el destructor", es el rostro de Brahma, el "continuador". Y digo continuador, por que en Asia no hay concepto de creación como la tenemos nosotros, como construcción por piezas de algo. En Oriente, la creación es más bien, un desarrollo, una evolución o crecimiento.
En ese tiempo, el que dura el sueño de Vishnú, todo acontece. Los objetos o cosas no son relevantes, pues más bien esas cosas son sucesos, acciones que ocurren. La luz del sol que impregna de vida del planeta, el aire, las flores, la consciencia de todo. De esta manera, Vishnú se "yoifica" en todo y así toma consciencia de todas las cosas, de todos los sucesos.
Y toda esta obra épica y muchas otras como los Hupanisads, conforman la base de la civilización Hindú, de tal forma que estas mitologías están por encima de la religión, de la filosofía o la ciencia.
Hay muchos tipos de Hinduismo como el Vedanta, o el Advaita, (entre otros) que difieren en mayor o menor medida de tales mitos, pero todos guardan relación directa con lo que ocurre dentro de nosotros, como si de "prescripciones" se tratara.
Por ejemplo, la história de Ganesha, hijo de Shiva y Párvati que guarda recelosamente la habitación de su madre, podría ser comparada perfectamente con las teorías Freudianas sobre el complejo de Edipo.
En definitiva, podemos decir que uno de los pilares básicos de Asia, es el Hinduismo. Que en él, se aglomeran los principios del psicoanálisis y la ciencia del interior, que justamente está al lado opuesto de Occidente y su ciencia de lo exterior. También concluimos que la forma de ver el mundo difiere de lo Occidental y teísta, o monoteísta. Entonces, bajo ese concepto, bajo ese prisma debemos movernos por este manuscrito.
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Está claro que no soy ningún experto, y mi interpretación puede dar lugar a agravios, pero esto no debería suceder, pues no hay agraviado en cuanto a que el experto o ilustrado en el tema ha conducido al "yo" al abismo. Así que si hay alguien en tal tesitura, le aconsejaría que se plantease su pensamiento, filosofía o creencia.
Primero de todo, es importante apuntar que la filosofía o religiones hinduistas son MITOLÓGICAS, con lo que no deberíamos caer en el monoteísmo, o incluso el politeísmo cuando nos referimos a los Dioses hindúes.
La "Trimurti" o tres cuerpos (es curioso cómo siendo una religión tan antigua, evoca al padre,hijo y espíritu santo católicos) componen la forma más generalizada - que no más antigua - del Hiunduísmo, aunque los "Vedas" estuvieron antes y Vishnú sólo era un Dios más, de la cantidad de ellos disponible.
En el caso general, Vishnú acontece un día al que llamamos Kalpa (la medida de un Kalpa en años es irrelevante). En ese tiempo, no existe nada más que Visnhú. Acabado el día, Visnhú se hecha a dormir y su sueño dura otro Kalpa y en él se auto-olvida de si mismo y adquiere la consciencia de todos los sucesos que ocurren en el universo, desde el mismo Bing Bang que no es más que Brahma creando el universo, hasta el final de los tiempos, el final del Kalpa, en el que aparece Shiva y destruye el universo con fuego que sale de todos los poros de su piel. Es curioso, como la espalda de Shiva "el destructor", es el rostro de Brahma, el "continuador". Y digo continuador, por que en Asia no hay concepto de creación como la tenemos nosotros, como construcción por piezas de algo. En Oriente, la creación es más bien, un desarrollo, una evolución o crecimiento.
En ese tiempo, el que dura el sueño de Vishnú, todo acontece. Los objetos o cosas no son relevantes, pues más bien esas cosas son sucesos, acciones que ocurren. La luz del sol que impregna de vida del planeta, el aire, las flores, la consciencia de todo. De esta manera, Vishnú se "yoifica" en todo y así toma consciencia de todas las cosas, de todos los sucesos.
Y toda esta obra épica y muchas otras como los Hupanisads, conforman la base de la civilización Hindú, de tal forma que estas mitologías están por encima de la religión, de la filosofía o la ciencia.
Hay muchos tipos de Hinduismo como el Vedanta, o el Advaita, (entre otros) que difieren en mayor o menor medida de tales mitos, pero todos guardan relación directa con lo que ocurre dentro de nosotros, como si de "prescripciones" se tratara.
Por ejemplo, la história de Ganesha, hijo de Shiva y Párvati que guarda recelosamente la habitación de su madre, podría ser comparada perfectamente con las teorías Freudianas sobre el complejo de Edipo.
En definitiva, podemos decir que uno de los pilares básicos de Asia, es el Hinduismo. Que en él, se aglomeran los principios del psicoanálisis y la ciencia del interior, que justamente está al lado opuesto de Occidente y su ciencia de lo exterior. También concluimos que la forma de ver el mundo difiere de lo Occidental y teísta, o monoteísta. Entonces, bajo ese concepto, bajo ese prisma debemos movernos por este manuscrito.
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martes, 15 de enero de 2013
De cómo abrí un libro y fue el libro el que me abrió a mi.
He de reconocer que desde joven he tenido ansiedad. Pensaba que podía ser causa de esto o aquello, ya sabéis, todos tenemos problemas y cada uno los "absorbe" a su modo.
Pero con el tiempo, me di cuenta que no era un tema totalmente conductual, sino que mi cuerpo generaba altos niveles de lactato, un compuesto químico que genera nuestro cuerpo y que en grandes cantidades "ayuda" al estrés y la ansiedad a manifestarse.
En el momento en que pasé por una librería y vi "El camino del zen" de Alan Watts en el escaparate, mis niveles de ansiedad habían llegado a su límite, provocándome temblores corporales y extrasístoles (arritmias cardíacas donde el corazón se para un pulso para volver a bombear muy fuertemente).
La primera vez que lo leí, no entendí nada en absoluto. No sabía muy bien de que iba eso del Budismo, y mucho menos el Zen. Así que volví a leerlo una segunda vez, pero esta vez intentando que mi mente fuera como la de aquél niño pequeño, mirando todo lo que le rodea, sin comparar nada de lo visto con lo que ya se sabe, sin clasificar nada, sólo leer y absorber.
Creo que tuve un "Satori". Como ya he dicho alguna vez más, digo "creo" por que no puedo compararlo con nada anterior, pues era mi primera y única vez así que siempre tendré esa pequeña duda. Un "Satori" es un repentino (o no tanto) descubrimiento espiritual, algo así como un "Eureka!".
La sensación era la de algo que siempre tuviste en la punta de la lengua y que al intentar nombrar, ésta se quedara paralizada, sin poder articular palabra alguna, ya que la palabra no podía expresar tal descubrimiento.
Muchas veces ha sido leído ya, el dichoso libro. Y muchas veces ha habido descubrimientos varios. Y muchas lecturas de otros trabajos del mismo autor, y de otros, han sucedido desde entonces. Y ya no tiemblo, ya mi corazón no bombea irregularmente, o si lo hace (cosa natural según me dijo el especialista) lo ignoro, no lo noto. Yo no digo que este libro me salvó de mi enfermedad, sería mucho decir. Tampoco digo que ya no sea un tipo ansioso, de hecho mi cuerpo sigue generando grandes cantidades de ácido láctico o lactato. Pero no tengo síntomas, normalmente.
Y después de algunos años, puedo decir que el libro me encontró a mi. También puedo decir que al abrir el libro, él me abre a mi, y deja airear mis entrañas, mis sentimientos, los desbloquea. Pero pasado el tiempo, sé que no es el libro quien lo hace, sino yo.
Quiero contaros lo que sucede cuando "lo descubres". Quiero compartir con vosotros mi descubrimiento.
Quedaos conmigo...
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Pero con el tiempo, me di cuenta que no era un tema totalmente conductual, sino que mi cuerpo generaba altos niveles de lactato, un compuesto químico que genera nuestro cuerpo y que en grandes cantidades "ayuda" al estrés y la ansiedad a manifestarse.
En el momento en que pasé por una librería y vi "El camino del zen" de Alan Watts en el escaparate, mis niveles de ansiedad habían llegado a su límite, provocándome temblores corporales y extrasístoles (arritmias cardíacas donde el corazón se para un pulso para volver a bombear muy fuertemente).
La primera vez que lo leí, no entendí nada en absoluto. No sabía muy bien de que iba eso del Budismo, y mucho menos el Zen. Así que volví a leerlo una segunda vez, pero esta vez intentando que mi mente fuera como la de aquél niño pequeño, mirando todo lo que le rodea, sin comparar nada de lo visto con lo que ya se sabe, sin clasificar nada, sólo leer y absorber.
Creo que tuve un "Satori". Como ya he dicho alguna vez más, digo "creo" por que no puedo compararlo con nada anterior, pues era mi primera y única vez así que siempre tendré esa pequeña duda. Un "Satori" es un repentino (o no tanto) descubrimiento espiritual, algo así como un "Eureka!".
La sensación era la de algo que siempre tuviste en la punta de la lengua y que al intentar nombrar, ésta se quedara paralizada, sin poder articular palabra alguna, ya que la palabra no podía expresar tal descubrimiento.
Muchas veces ha sido leído ya, el dichoso libro. Y muchas veces ha habido descubrimientos varios. Y muchas lecturas de otros trabajos del mismo autor, y de otros, han sucedido desde entonces. Y ya no tiemblo, ya mi corazón no bombea irregularmente, o si lo hace (cosa natural según me dijo el especialista) lo ignoro, no lo noto. Yo no digo que este libro me salvó de mi enfermedad, sería mucho decir. Tampoco digo que ya no sea un tipo ansioso, de hecho mi cuerpo sigue generando grandes cantidades de ácido láctico o lactato. Pero no tengo síntomas, normalmente.
Y después de algunos años, puedo decir que el libro me encontró a mi. También puedo decir que al abrir el libro, él me abre a mi, y deja airear mis entrañas, mis sentimientos, los desbloquea. Pero pasado el tiempo, sé que no es el libro quien lo hace, sino yo.
Quiero contaros lo que sucede cuando "lo descubres". Quiero compartir con vosotros mi descubrimiento.
Quedaos conmigo...
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lunes, 14 de enero de 2013
De cómo Dios se buscó a si mismo...
Cuando el hombre labraba la tierra del amo y rezaba a Dios a diario, era un hombre feliz.
Luego, vinieron la cultura, la educación y el progreso y Dios se hacía pequeño a medida que los telescopios se hacían más grandes.
Y entonces nos entregamos a la ciencia...
Aún recuerdo, en la década de los ochenta, como acabábamos las reuniones de amigos, filosofando sobre "el inicio" y siempre había una última pregunta después de "la chispa química del principio de los tiempos".
Y había una última respuesta a la que los ateos acudíamos de forma unánime... la casualidad!
Pero una vez acabada la fiesta, cuando me marchaba a casa, no podía contener el impulso de mirarme el brazo e imaginarme sin piel, con las venas como tuberías funcionando al ciento por ciento, los nervios enmarañados de forma sublime, y moviendo los dedos todo funcionaba de una forma tan perfecta que pensar que aquello era un producto de la casualidad era poco menos que decepcionante.
Era un ateo poco fervoroso, por que siempre me quedaba ese espacio de duda en el cuerpo, de que la ciencia no podía tener todas las respuestas... no desde Einstein.
Y así pasé a los noventa, donde Dios y la ciencia estaban sentados, esperando un movimiento por mi parte. La pelota estaba en mi tejado.
Entonces un libro de un señor que ya no existía, donde había escritas cosas que yo no entendía, me encontró.
Y me dispuse a cambiar mis preguntas, unas con las que nunca encontraría respuestas, por otras que sí podían ofrecerme el camino para poder buscar ahí a Dios y a la ciencia...
A la pregunta... Dios existe? Le vino otra... Cuál es la imagen de Dios que puedo concebir?
A la pregunta... Quién soy ? Le vino otra... Quién creo que soy y NO SOY?
Y así, Dios se encontró buscándose a si mismo...
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Luego, vinieron la cultura, la educación y el progreso y Dios se hacía pequeño a medida que los telescopios se hacían más grandes.
Y entonces nos entregamos a la ciencia...
Aún recuerdo, en la década de los ochenta, como acabábamos las reuniones de amigos, filosofando sobre "el inicio" y siempre había una última pregunta después de "la chispa química del principio de los tiempos".
Y había una última respuesta a la que los ateos acudíamos de forma unánime... la casualidad!
Pero una vez acabada la fiesta, cuando me marchaba a casa, no podía contener el impulso de mirarme el brazo e imaginarme sin piel, con las venas como tuberías funcionando al ciento por ciento, los nervios enmarañados de forma sublime, y moviendo los dedos todo funcionaba de una forma tan perfecta que pensar que aquello era un producto de la casualidad era poco menos que decepcionante.
Era un ateo poco fervoroso, por que siempre me quedaba ese espacio de duda en el cuerpo, de que la ciencia no podía tener todas las respuestas... no desde Einstein.
Y así pasé a los noventa, donde Dios y la ciencia estaban sentados, esperando un movimiento por mi parte. La pelota estaba en mi tejado.
Entonces un libro de un señor que ya no existía, donde había escritas cosas que yo no entendía, me encontró.
Y me dispuse a cambiar mis preguntas, unas con las que nunca encontraría respuestas, por otras que sí podían ofrecerme el camino para poder buscar ahí a Dios y a la ciencia...
A la pregunta... Dios existe? Le vino otra... Cuál es la imagen de Dios que puedo concebir?
A la pregunta... Quién soy ? Le vino otra... Quién creo que soy y NO SOY?
Y así, Dios se encontró buscándose a si mismo...
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De cómo la reencarnación pasa a ser renacimiento...
Cuando he empezado a escribir este nuevo blog, he pensado que quizás en otro tiempo pude ser un escriba que escribiera un blog. Y puede ser que ese blog se llamara casualmente "El manuscrito Zen". Y es posible, y sólo digo que hay una posibilidad entre un millón de que ese blog tuviera una serie de seguidores que hallaran en ese lugar un momento de paz, de serenidad.
Y tal como creen los Budistas tibetanos, es posible que yo fuera un tipo parecido -si no igual- al tipo que soy ahora, y que mi interés por este blog fuera el de reafirmar mi práctica, desmitificando lo que he llegado a llamar "La orientalidad esotérica".
Y en esa reencarnación tibetana, mi pasado blog andaría por tiempo indefinido en el "Bardo", que es una zona intermedia entre la vida y la muerte.
Entonces, "en el momento adecuado" surge una fuerza creadora aquí, en este momento, en este tiempo, de mano de un humilde escriba, que de forma espontánea empieza a escribir un blog llamado "El manuscrito Zen"...
Y la palabra reencarnación empieza a perder sentido, por que no hay cambio de carne, y el concepto empieza a fundirse, a disolverse hasta que, de forma clarificadora aparece la palabra RENACIMIENTO con fuerza, sin diferenciar entre vida o muerte, sólo entre sucesos.
Así pues, navegante, te encuentras en este lugar. Un lugar RENACIDO.
Pero siendo así, tal como fué, hay un escriba, una pluma para escribir y una idea que plasmar.
Los adjetivos dejan lugar a los verbos. Los clichés dejan paso a algo que sigue "aconteciendo".
BIENVENIDO.
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Y tal como creen los Budistas tibetanos, es posible que yo fuera un tipo parecido -si no igual- al tipo que soy ahora, y que mi interés por este blog fuera el de reafirmar mi práctica, desmitificando lo que he llegado a llamar "La orientalidad esotérica".
Y en esa reencarnación tibetana, mi pasado blog andaría por tiempo indefinido en el "Bardo", que es una zona intermedia entre la vida y la muerte.
Entonces, "en el momento adecuado" surge una fuerza creadora aquí, en este momento, en este tiempo, de mano de un humilde escriba, que de forma espontánea empieza a escribir un blog llamado "El manuscrito Zen"...
Y la palabra reencarnación empieza a perder sentido, por que no hay cambio de carne, y el concepto empieza a fundirse, a disolverse hasta que, de forma clarificadora aparece la palabra RENACIMIENTO con fuerza, sin diferenciar entre vida o muerte, sólo entre sucesos.
Así pues, navegante, te encuentras en este lugar. Un lugar RENACIDO.
Pero siendo así, tal como fué, hay un escriba, una pluma para escribir y una idea que plasmar.
Los adjetivos dejan lugar a los verbos. Los clichés dejan paso a algo que sigue "aconteciendo".
BIENVENIDO.
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