jueves, 17 de octubre de 2013

No es una despedida.

Hace unos cuantos años, para las personas que me leen y no saben de esta historia, decidí que necesitaba crear un blog, que me ayudara a reafirmar lo que empezaba a ser una práctica vital, una especie de descubrimiento que estaba empezando a experimentar y al que yo califiqué a riesgo de equivocarme, Budismo Zen.
A este blog lo llamé "El manuscrito zen" y fué una grata experiencia en la que descubrí personas que estaban interesadas en lo que tenía que contar y además me hizo poder pisar sobre terreno, en un camino en el que no sabía si había agujeros. Este blog, llegado el momento final de un ciclo personal, murió para siempre por que así lo decidí, cual "mandala" que debe ser esparcido con un pincel una vez acabado. Así que borré todo vestigio del blog y así realicé una práctica que debía hacer, llegado a ese momento: la práctica del desapego.
Después de un largo tiempo, cumpliendo otros ciclos vitales, decidí crear otro blog, pero esta vez movido por la intención de crear un espacio de descubrimiento, para mi y para otros. Y así, apareció "!sasporimazaCa". Este blog fue como mi pequeño tesoro, algo muy personal y compartido por algunos de vosotros. Este blog sigue vivo, aunque ya no escriba en él. Podéis echarle una ojeada; desde el principio "sabe" mejor.


Y dando otra vuelta más a ese círculo vicioso, quedé seco de ideas y me dediqué por otro espacio de tiempo a la contemplación, hasta que "El manuscrito Zen" volvió a renacer de sus cenizas, como ave Fénix, o como un Lama tibetano que renace... Qué se yo...
Y después de casi un año, y más de quince mil visitas, que se dice pronto pero me resulta difícil de entender, otra vez vuelvo a "no saber qué decir". Creo que se ha cumplido otro ciclo de nuevo, uno donde he dejado atrás ideas, también personas. He de seguir mi camino sin mirar atrás, ni adelante. Sólo el "ahora" me acompaña, siempre que soy consciente de ello.
En este blog he intentado desmitificar las raíces teístas que nos rondan siempre, las ideas enajenadas de bueno y malo, grande o pequeño, "yo" y "el resto" y también los símbolos que nos resistimos a abandonar, tales como "alma", "espíritu", "corazón", "destino"... Símbolos que utilizamos correctamente pero que acabamos creyendo que son realidad.
Os digo pues, un hasta luego. Porque sin duda, volveré a coger la pluma y escribir en este viejo manuscrito lo que aún sigo agarrando, las ideas a las que sigo aferrándome pese a todo. Pero eso será dentro de un tiempo, ahora toca sentarme, sentirme y contemplar. Sin ideas, sin conceptos, practicando la atención plena, el desapego a las ideas y el camino medio.
Por favor, seguid visitando este lugar, de vez en cuando... Un día volveré para intentar explicar, una vez más, lo que no puede ser explicado.
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4 comentarios:

  1. "Siempre" es algo aterrador... Hasta ahora, Sol. :)

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  2. Me dejaste sin saber qué decir. Sólo siento la necesidad de decir....: Namaste amigo. Seguiremos por aquí.

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  3. Gracias por decir... Gracias amiga M.Carmen.

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